Con el fin de la Segunda Guerra Mundial se empezó a desarrollar un nuevo tipo de arte fruto de los horrores sufridos en la contienda y con una clara voluntad rupturista e innovadora. Este periodo se conocerá como arte contemporáneo, siendo actualmente uno de los más valorados por la crítica y de subastas de arte contemporáneo. Por primera vez en la historia del arte, entrarán en escena nuevas formas de experimentación y representación que abarcarán también la música, la literatura o la danza con la performance, el videoart o el happening, desarrollados por artistas como los integrantes del grupo Fluxus.
La pintura contemporánea será el género estrella con grandes composiciones y cuadros contemporáneos incorporando técnicas como el Dripping de Jackson Pollock, el estilo informalista de Tàpies o los conceptos espaciales de Lucio Fontana. Mención especial merece Warhol y el Pop art, así como los trabajos de Equipo Crónica. También se desarrollará ampliamente la escultura con grandes nombres como Botero, Brancusi o Lichtenstein. Del mismo modo, las subastas de arte contemporáneo abarcan una variada selección de dibujo, grabado y obra gráfica destacando el tachismo caligráfico de Hartung. Sin olvidar la presencia de la fotografía con nombres como Mapplethorpe fiel reflejo de las nuevas experimentaciones con el minimalismo o el arte conceptual.
